viernes, 5 de diciembre de 2008

“Me asustaré mucho cuando averigüe por qué hice la película”


Isabel Coixet rodó “Cosas que nunca te dije” en un pueblo del estado norteamericano de Oregón y el rodaje duró apenas cuatro semanas. La directora explicó a elpais.com en su día por qué decidió rodar el film en Estados Unidos: “Creo que desde que escribí el guión supe que pasaba allí: aquí no tienen mucho sentido ciertas cosas que ocurren en la película. Y además encontré actores muy profesionales, dispuestos a rodar por poco dinero y a trabajar muy duro”. Finalmente, y aunque costó, la película obtuvo la nacionalidad española.

La música de Alfredo Vilallonga con algunos temas de Tom Jones (It's not unusual), la hermosa fotografía de Teresa Medina y el montaje lleno de elipsis de Kathryn Himoff contribuyen también de manera decisiva a la creación de ese mundo de sensaciones perdidas, de afectos ausentes y de soledad compartida.

Muchos críticos han clasificado este film dentro del cine independiente americano. Según he leído, este tipo de cine surgió en los años setenta, cuando un grupo de directores comenzó a plantearse el hacer cine de una forma más personal, crítica y auténtica de lo que Hollywood venía haciendo.

Pero el cine independiente americano cuenta con un problema: dispone de pocos medios. Los protagonistas de esta película,
Lili Taylor (Arizona dream, de Emir Kusturica, Uno de los nuestros, de Martin Scorsese) y Andrew McCarthy ("Este muerto está muy vivo"), no cobraron más que una cantidad simbólica. Aceptaron sus papeles a cambio de un porcentaje en las futuras ventas. Isabel Coixet declaró para elpais.com: "con todos ha habido una empatía profunda. Aunque fue muy duro todo el proceso previo, horas de discusión sobre matices, un proceso de interiorización que los actores lograron antes de rodar, porque durante el rodaje no había apenas posibilidad de repetir un plano: no había apenas dinero".


En la cuidada fotografía de la película está muy presente el creativo lenguaje publicitario que Coixet acostumbra a emplear en sus anuncios. La cineasta pasó tres años reescribiendo el guión y montando la producción junto con otro publicista, Lluís Miñarro. Y, sin embargo, tras todas las dificultades que se le presentaron para sacar adelante este fabuloso proyecto, confesó: “Lo que sí tengo claro es que me asustaré mucho cuando averigüe por qué hice la película”.

1 comentario:

César dijo...

Es cierto que en EEUU ocurren cosas que aquí o en otros muchos lugares no tendrían sentido..

Felicidades Pablo, entradas muy interesantes