miércoles, 18 de febrero de 2009

"Lo de Una, Grande y Libre no lo entendí nunca"



Las páginas de “La vida es un guión” están llenas de Coixet: de sus ocurrencias, su forma de ver el mundo, reflexiones, sus experiencias profesionales, retazos de cómo vivió su familia la Guerra Civil o sus recuerdos de infancia.

En los primeros capítulos del libro opina sobre la Guerra Civil, siempre con un tono de pesadumbre por la derrota de los republicanos (bando al que pertenecía su familia), pero sin abandonar la mordacidad que la caracteriza. Aquí copio un ejemplo:

“Lo de UNA, Grande y Libre no lo entendí nunca.
¿Una? ¿es que acaso había dos?
¿Grande? ¿Grande respecto a qué? ¿A San Marino?
¿Libre?
¡¿Libre?!”

Asimismo, creo que este otro párrafo tampoco tiene desperdicio:

“Tuve dos abuelas; me queda una. Las historias de la guerra de mi abuela Trini siempre tenían un componente folletinesco: monjas preñadas, curas estraperlistas, bebés indefensos al lado de madres moribundas, niños abandonados en el torno de algún convento, caminatas de veinte kilómetros hasta huertos clandestinos para obtener dos patatas… A través de ella, viví la guerra de manera que nunca podía distinguir entre las historias que me contaba y las novelas de Zola”.

Pero en el libro no todo es ironía. Coixet dedica varios capítulos a criticar a los políticos. Confiesa su desprecio hacia George Bush, lo que le ha valido más de un anecdótico altercado durante sus estancias en Estados Unidos por expresar este rechazo. Tampoco deja títere con cabeza en la política española. Considera que la ética de la España del PP fue una “mezcla de hipocresía, desfachatez, prepotencia y hombreras”.


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